El fuego devastó la catedral de Notre Dame, símbolo de la capital francesa, Patrimonio Mundial de la Unesco y uno de los monumentos más visitados del mundo. La aguja y el techo se hundieron.
Llegó a temerse un desastre total, pero hacia las 23.00 los bomberos aseguraron que la estructura y las torres estaban a salvo. Nuestra Señora de París había sobrevivido a la destrucción, pero reparar los destrozos puede llevar años, informó el elpais.com.